Una filosofía orientada hacia el futuro es venenosa.
Una filosofía orientada hacia el futuro es como el opio: te droga y te impide vivir tu vida ahora mismo, aquí,
ahora. Y ésta es la única vida.
«La vida es lucha. No mires ahora, en el momento, vive para el futuro y sacrifica el presente”.
Éste, dicho, es el mayor engaño jamás inventado por cualquier ser humano. Ha funcionado bien.
El cura y el político viven de eso: del futuro.
El comunista sigue diciendo: “Espera, sacrifícate por el futuro. Tarde o temprano va a llegar una sociedad sin
clases. Entonces todo el mundo será feliz”.
Tú eres infeliz, eres desgraciado, quieres descansar ya y ellos te dicen: “No te preocupes. Será posible descansar.
Mira hacia delante. Deja que se produzca la revolución y entonces irán bien las cosas. Si quieres que haya felicidad en el futuro… sacrifícate. ¡Sacrifícate!”.
Los fascistas dicen: “Sacrifícate para que pueda ganar la patria. Y una vez haya ganado la patria, y una vez la
raza nórdica haya demostrado que es la raza superior, entonces habrá paz en la tierra”.
El político explota al pueblo en nombre del futuro. El presente es feo, desgraciado, horrible. Él crea metas imaginarias, utopías, las decora muy hermosamente, las llena de colorido, y tú te quedas encantado y no miras alrededor.
Es feo, es horrible, es una desgracia, por dentro, por fuera. Eres sólo lágrimas y nada más, angustia solamente, un infierno. Pero ellos dicen: “Encontrarás. Mira hacia delante. El gran día está llegando”.
El político vive de eso y el cura vive de eso. Además, el político y el cura no están muy distantes; son socios en
el mismo negocio. El negocio consiste en no permitir al ser humano estar aquí, ahora, porque una vez el ser
humano está aquí, ahora, se siente tan feliz que no escucha a político alguno ni escucha a cura alguno.
Si al ser humano se le permite estar aquí, ahora, se sentirá tan en paz y descansado que no le importará
paraíso alguno. Ya lo ha conseguido: ¿a quién le importa tu paraíso?
Tu paraíso parece tener sentido porque el hombre es desgraciado.
El sendero del Tao. Osho.
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